AVISO: Las imágenes están amparadas por la normativa existente sobre propiedad intelectual y protección de datos, no pudiendo ser reproducidas sin permiso de su autor : Hélios Garcia
Fotografias; Fuentes y enlaces:
Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira y Musée Virtuel Archéobase (Belgique)
De las numerosas odiseas vividas por nuestros lejanos antepasados nómadas a lo largo de sus migraciones, puntuadas de estaciones, de complejas evoluciones biológicas y sociales, nos queda entre otras huellas una especie de disco “duro” valioso: sus numerosos útiles hechos de rocas, cornamentas o huesos.
Si a través de ellos, podemos entrever múltiples aspectos de su tecnología y ciertas facetas de su vida cotidiana, todavía quedan incógnitas y ecuaciones por resolver para reconstituir los puzzles de las múltiples actividades de estos distintos grupos de homínidos que decidieron salir de su cuna africana y emprender ruta hacía el norte y dispersarse por eurasia durante las centenas de millares de años pasadas (*)
(*) Las piezas del puzzle no son fáciles de encontrar e interpretar: Las fluctuaciones climáticas, la erosión etc. dificultan la búsqueda de los restos óseos sepultados y dispersos de los homínidos. También han desaparecido los materiales “tiernos”, restos orgánicos o vegetales que formaban parte de su entorno y podían constituir parte de útiles o armas compuestos, su vestimenta, su hábitat etc.
Es en el curso del paleolítico inferior, durante el achelense medio, cuando las herramientas líticas empiezan a diversificarse: Aparecen las primeras herramientas sobre lascas, tales como la raedera (lasca retocada sobre su(s) canto(s) largo(s)), el raspador, el buril y otros tantos útiles con muescas, denticulados, etc.
Hacia – 350 000 / 35 000 años (paleolítico medio), en Europa algunos grupos de Neandertales van a desarrollar un utillaje nuevo que hará marcar un punto de inflexión a la industria lítica en el sentido que el útil tallado sobre bloque (técnica de escultura donde se desperdiciaba mucha materia para hacer un bifaz por ejemplo …) va progresivamente ser reemplazado por el útil sobre lasca con la aparición de la innovadora «técnica Levallois».
Se trata de un modo de talla orientado esencialmente hacía la producción “en serie” de lascas o láminas de forma predeterminada, semejante, obtenidos por cortes específicos practicados sobre un núcleo (de sílex la mayoría de las veces) previamente preparado. Las lascas que suelen tener gran longitud de filo serán después retocadas convirtiéndose en puntas, raederas, cuchillos…
El complejo esquema operatorio que supone la invención de la técnica Levallois marca una etapa clave tanto para el pensamiento humano como para el adelanto técnico alcanzado. Al compás de la evolución, del paleolítico medio al paleolítico superior, hasta incluso entrar la edad de los metales, esta técnica singular de corte de lascas o láminas de sílex a partir de un núcleo se ira repitiendo, racionalizando, depurando, difundiendo, suministrando útiles y armas a la vez muy eficientes y algunos de gran belleza.
Para situar los numerosos útiles líticos en un marco cronológico preciso y así pues aprehender su correspondiente evolución (y a la vez la de las grupos humanos iniciadores), los prehistoriadores estudiaron sus formas y sus posibles funciones así como las distintas técnicas de fabricación empleadas…
En las investigaciones llevadas a cabo en los numerosos yacimientos que salpican todas las geografías del planeta, los prehistoriadores reconocieron, de modo intuitivo, tipos de herramientas que se repetían, con formas constantes. Con ayuda de la etnología, las fueron nombrando, asignándole, la mayoría de las veces el nombre de su supuesta función, o un nombre elegido por analogía con herramientas actuales teniendo supuestamente un papel similar, su analogía de forma etc. así estamos familiarizados con las hojas de laurel, los cuchillos, los buriles, los perforadores, las raederas y otros raspadores, etc.
La correlación de estos elementos líticos permitió, no sin ciertas discrepancias, crear una tipología (todavía abierta), es decir una clasificación funcional coherente de los diferentes tipos de objetos. Hoy, nuevos conceptos de análisis van más allá que la simple clasificación, en busca de lo aparentemente invisible al común de los mortales es decir el contenido de realidad humana que ocultan los vestigios encontrados. Estos son eslabones de una cadena de producción global que revelan las actividades que derribaban de las necesidades y estrategias del hombre prehistórico, iniciador del proceso.
El concepto de » cadena operatoria » elaborado en un principio por etnólogos que se interesaban por las técnicas, la tecnología y la economía de ciertas tribus, se revela una fuente de información imprescindible para los prehistoriadores, que están principalmente confrontados con vestigios de actividades técnicas.
Estas cadenas operatorias que se centran en la adquisición de materia prima, su producción, transformación y consumo, toman en consideración entre otros parámetros: (la lista siguiente es indicativa y no exhaustiva.
Los objetos: Materia prima, útiles obtenidos y subproductos derivados (núcleos, desechos, reciclados…), utillaje de trabajo, de transformación, consumo…
Los enlaces de gestos, posturas, secuencias técnicas que conducen a llevar a cabo una tarea determinada
Los conocimientos específicos: niveles de destreza, evaluación de los registros tecnológicos conceptuales y operatorios poseídos…
El marco espaciotemporal: (lugares de adquisición o extracción, de almacenamiento, de tratamiento de la materia prima, de posibles rutas de intercambios; Distribución espacial del taller, de los productos de la talla: áreas de desechos, reciclado, consumo, …); Noción de territorio: Hábitat, posibles relaciones entre yacimientos,(*) modo de gestión de las actividades de subsistencia; enfoque de las estrategias de suministro, de transformación y circulación tanto de las materias primas como de los útiles fabricados…
(*) Los yacimientos estudiados suelen ser muy variados: en cuevas, abrigos o al aire libre, temporales o no, pueden ser poblados, viviendas, canteras, talleres de talla, de carnicería, de tratamiento de pieles…etc.
Este enfoque sistémico permite a través la tecnología lítica, el arte, la elección de los recursos naturales… aprehender las vertientes que menos conocemos de los comportamientos del hombre prehistórico, para acercarnos a su vida cotidiana y al final reconstituir nuestros orígenes.
Así es como equipos transdisciplinarios de arqueólogos, geólogos, paleontólogos… han vuelto a discutir interpretaciones antiguas, respondiendo a interrogaciones sobre la organización socio-económica, la caracterización de los grupos, su utilización del espacio, su noción de territorio, sus instalaciones, sus actividades, su consumo, el uso de sus útiles y sus funciones, etc haciendo emerger los procesos de interacciones, las necesidades, las estrategias, las relaciones entre lo funcional y lo cultural, precisando los marcos crono-culturales…
Los trabajos actuales de búsqueda de las utilizaciones de los útiles prehistóricos necesitan un vaivén constante entre el examen del material arqueológico y los datos obtenidos por la experimentación; por eso se recurre a programas de investigaciones experimentales, y técnicas de análisis como la traceología (*) por ejemplo.
(*) La mayoría de la huellas concerniendo el paleolítico se encuentran sobre los útiles de sílex, de huesos… elaborados por el hombre. La lectura y la caracterización por medio de microscopios de las (micro)-alteraciones (pulido, lustre, estrías, escamas, microesquirlas, desconchaduras, embotados…(*)) sufridas durante la elaboración o la utilización del útil, paralelamente llevada a cabo con experimentos, comparaciones, reconstrucciones, pruebas con útiles reconstituidos, en condiciones semejantes a las de prehistoria, suministra datos importantes sobre los materiales manipulados, los procesos técnicos utilizados y la función precisa a la cual estos útiles respondían.
(*) La tarea no es simple, pero cada vez más se consigue, en un contexto arqueológico preciso, reencontrar la manera en la que fue utilizado el útil, y el material que trabajó. El éxito de este trabajo eminentemente transdisciplinario depende de la capacidad del analista a discriminar la huellas sobre el filo de un útil por ejemplo, detectar un posible enmangado , diferenciar estructuras pre o post-utilización a veces parecidas ..
Conjuntamente con la traceología, la etnología ha jugado también un papel complementario imprescindible demostrando que por varias latitudes, una misma forma de herramienta podía tener funciones variadas o que, a la inversa, diferentes formas de herramientas podían ser utilizadas para la misma tarea.
La funcionalidad de algunos de estos útiles líticos a menudo “polivalentes”, con morfología desemejante, entre ellos las raederas, y los raspadores no es siempre fácil de discernir y desconcierta.
Sabemos hoy, particularmente gracias al estudio de las micro huellas de utilización, que, por ejemplo, los raspadores no servían siempre para raspar y qué las raederas (rascadores) no servían forzosamente para rascar.
RAEDERAS y RASPADORES
¿Si nos sumergimos en el paleolítico medio, como diferenciamos las acciones de raspar y rascar / raer cuando se trata de materias “blandas” como las de un animal recién matado o materias duras como la madera, el marfil, el hueso? ¿La diferencia entre un raspador y una raedera esta en su función, en su manipulación, en el resultado obtenido, o …?
¿Cuándo raspo / rasco (o raigo) una piel qué tipo de acción ejerzo exactamente?
Significa que corto los pelos de la piel? ¿si es así, cuando lo hago, en el acto, después? ¿Significa que estoy desprendiendo restos de carne y grasa o carne de la parte ósea? ¿O carne y grasa de la piel?, ¿Actuó por desgaste o por corte, por aserrado? ¿Significa que estoy alisando el cuero de una piel seca para blandearlo, o disminuir su espesor? ¿Se actúa de la misma manera sobre una piel “fresca” o una piel seca, con gestos semejantes? ¿Cuándo escamo un pez, rasco (o raigo) o raspo para quitar las escamas?
¿Puedo hacer ambas cosas (raspar o rascar / raer) sobre una rama de árbol también? Que útil es más adecuado para ser utilizado sobre una materia dura como una piedra, la pared caliza de una cueva, ocre o con una materia dura de origen animal…? ¿Puedo o no cosechar, cortar, desbastar ciertos vegetales con una raedera o un raspador?¿Una misma herramienta me permite hacer varias tareas o no? ¿Qué logística se necesita?
Son algunas preguntas un tanto ambiguas a la cuales cuesta responder en el acto porque llaman a otras preguntas…
La raedera ( rascador ) es un útil característico del Musteriense, elaborado a partir de una lasca o una lámina. Puede ser retocado sobre una o ambas caras y poseer distintos tipos de retoques sobre uno o varios de sus cantos o filos (*).
(*) Los retoques pueden ser continuos o discontinuos; más o menos planos; semi-abruptos; escaleriformes, escamosos o no; paralelos o subparalelos; largos, invasores, bifaciales, etc
El borde más espeso sirve para la prensión, y el borde de ataque retocado y rebajado del útil (el cual puede ser recto, convexo o cóncavo, mixto… ) es utilizado a la manera de un cuchillo; sin embargo este borde de ataque suele ser solamente semicortante, actúa como una cuña (*) lo que le confiere una mayor resistencia. Se suele empujar, generalmente en dirección perpendicular a su eje longitudinal,( entre piel, grasa y carne si se trata por ejemplo de despellejar un animal, para no dañar o traspasar la superficie de piel que se pretende preservar).
. (*) Si se aplasta ligeramente la punta de un clavo, este suele penetrar en la madera sin que estalle. Pasa lo mismo con el filo de la raedera: Si se redondea ligeramente, penetra y abre la materia con más suavidad , sin cortar de repente como un cuchillo.
En el vocabulario lítico francés, se diferencia claramente la raedera o “racloir” que induce la idea de fuerza para deshacerse de materias que se resisten a ser arrancadas, del raspador o “grattoir” que induce o la idea de desgaste de materia o de un corte fino, eficiente pero no agresivo. En inglés no hay diferencia entre raspador y raedera (rascador), se habla de «scraper» tanto para el raspador como para la raedera.
Pienso personalmente que las raederas ( el grupo encierra una gran variedad de formas) suelen ser útiles a menudo “multiusos”, puede dominar a la vez o por separado su función de raedera, de cuchillo, de raspador o de sierra, de cuña según sus retoques, según la manera de inclinarlo, y manejarlo. Es destinado a trabajos un tanto “ toscos”, (generalmente sobre materias orgánicas sin excluir la madera otras materias duras), su finalidad es desbastar (hacer un corte por desgaste ) sin demasiada finura como por ejemplo desprender restos de carne y grasa; quitar una corteza de árbol…
Hélios Garcia
Raspadores: en construcción…
AVISO: Las imágenes están amparadas por la normativa existente sobre propiedad intelectual y protección de datos, no pudiendo ser reproducidas sin permiso de su autor : Hélios Garcia
Hola. He llegado aquí por casualidad y me ha parecido verdaderamente muy interesante. He pasado por los enlaces de los que has obtenido algunas fuentes pero querría preguntarte, porque no lo he visto… de donde has obtenido las fotos de Verónica Schulmeister i de Didier Descouens. Muchas gracias, un saludo y enhorabuena por esta paortación.